jueves, 9 de enero de 2014

Ayer - Hoy

Si alguien te preguntara ¿cual es tu primer recuerdo? ¿Cuánto tardarías en responder? ¿Hasta donde tendrías que navegar para poder llegar a ese primer recuerdo? Viajaríamos quizás hasta un cielo distinto al cielo de ahora, a un refugio con otros matices, otros olores; una infancia ajena del mundo, de las responsabilidades, un tiempo seguro, alegre, ingenuo, sin tener que desplegar la menta hacía el mañana.

Una edad tan promisoria, simple, totalmente distinta al reflejo de presente con el que nos chocamos a diario, un presente lleno de ruidos muertos y personas de huesos tristes. Una sociedad que día a día es ajena a su propia realidad, abstraída incapaz de contemplar un horizonte ajeno al suyo.

Lo sentimos en los titulares de los kioskos, de los noticieros, en las conversaciones absurdas por internet – es difícil o quizás perdimos la capacidad de tener una conversación cara a cara con alguien y más aun interesante- Nuestra realidad dista mucho de lo que alguna vez pensamos tiempo atrás.

Pero siempre podremos volver a esos primeras instantáneas cada vez con mas fuerza; tildar, acentuar nuestros recuerdos, y quizás esos placebos nos permitan querer cambiar este presente, nos impulsen a no quedarnos inmóviles, simplemente contemplando, consumiendo. Será difícil y quizás nos aventuramos a vivir jodidos, pero felices.