martes, 19 de marzo de 2013

No quiero ir al cole


El día lunes 04 de marzo del 2013, gracias al Ministerio de Educación, iniciaron las labores escolares, por suerte llovió un día antes y para algunos supersticiosos eso basto para faltar ese día; la gran mayoría,  con madres de férrea disciplina militar, obligadamente tuvieron que hacerse presente ese primer día de clases.

¿Quienes no recuerdan su primer día de clases?, detestable para algunos (me incluyo), maravilloso para otros (los odio); el uniforme limpio, los zapatos radiantes  y la milimétrica raya al costado.

Esa mezcla de vinifan y pan con huevo que te daba tu madre para que tengas energías y nutrientes necesarios e indispensables para poder asimilar los conocimientos.

Que más quedaba que ser parte de esa uniformidad escolar, el saludo infinito de compañeros de clases y educadores ávidos de compartir sus enseñanzas. La inflexible y castrense formación de los lunes, el canto de los himnos (de la patria, de la bandera, del colegio, de la provincia, del distrito, de la juventud, había himno hasta para la señora que atendía el kiosco). Si tu colegio era católico, media hora mas de formación entre credos, salmos, jaculatorias (no se la sabían, por ejemplo Sagrado Corazón de Jesús, respondíamos en voz confió).

Y es que el colegio era un mundo distinto (lo sigue siendo), con  reglas y códigos de honor propias de las mas ricas culturas que a dado la humanidad. La traición, el negarle la información en el momento preciso al compañero (la copia), era un acto abominable castigado con el destierro a la hora de educación física, nadie te escogería para integrar las filas de su DREAM TEAM y en el caso de las chicas para entablar esas conversaciones alturadas en las gradas del coliseo (rajes en resumen).

Asumir valerosamente la culpa por un acto de “histeria colectiva” será recordado por generaciones; nunca estarás dentro del cuadro de honor, pero tu nombre será cantado de aula en aula, de grado en grado, de pasillo en pasillo hasta alcanzar la inmortalidad.

El colegio es pues esa etapa que obligadamente debe pasar cada individuo con aspiraciones de convertirse en hombre, el colegio moldeara tu carácter, pulirá tu personalidad y grabara en tu alma el valor de la amistad.

lunes, 4 de marzo de 2013