martes, 16 de abril de 2013

Recuerdos


Son los gratos recuerdos los que muchas veces te permiten alternar la voluble condición de tus emociones, los que te hacen pasar por alto los malos ratos, los sin sabores, la rutina. Estos gratos recuerdos son como piedras dejadas en el camino del subconsciente  para poder volver a esos momentos de felicidad.

Los recuerdos con la familia y los amigos representan pilares importantes en la vida de cada persona, recuerdos como aquellos almuerzos de algún feriado largo, la familia reunida alrededor de la mesa bien arreglada y llena, propia de alguna portada de catálogo al final de temporada con el 70% de descuento. Las historias, anécdotas y demás ingredientes y sabores que dan significado a tu presente.

Recuerdos revividos con amigos en esos espacios humildes, pero tan íntimos, entre brindis, risas y fotos, esa psicodelia de emociones revividas en la carismática voz de tu “pata”, postales de tu niñez y adolescencia que muchas veces olvidamos y no compartimos, debido a que cada uno vive sus propias alucinaciones.
Ponerse en contacto con los amigos, la familia, los afectos; un abrazo, caminar por calles por las que ya has caminado, en grupo, al caer la noche, a empujones, riendo; son momentos imprescindibles, invalorables por los que debemos dar las gracias.

¡Señores! Hoy es la primera vez que me doy cuenta de la presencia de la vida. ¡Señores! Ruego a ustedes dejarme libre un momento, para saborear esta emoción formidable, espontánea y reciente de la vida, que hoy, por la primera vez, me extasía y me hace dichoso hasta las lágrimas (Hallazgo de la vida – César Vallejo)